En Prosaude sabemos que los meses invernales, debido a las bajas temperaturas y la mayor concentración de personas en espacios cerrados favorecen la propagación de virus y bacterias. Como queremos que nuestros lectores estéis sanos todo el año, a continuación os contamos los problemas de salud más comunes durante esta estación. Ya sabéis, ¡más vale prevenir que curar!
Las enfermedades respiratorias, las grandes protagonistas del invierno
- Resfriado común. El rey indiscutible de los inviernos. Se caracteriza por congestión nasal, dolor de garganta, tos y, en ocasiones, fiebre leve. Aunque molesto, suele resolverse por sí solo en una semana.
- Gripe. Más intensa que el resfriado, la gripe se manifiesta con fiebre alta, dolores musculares, fatiga y tos seca. Puede complicarse, especialmente en personas mayores o con enfermedades crónicas.
- Bronquitis. La inflamación de los bronquios produce tos persistente, a menudo con flema. Hay que tener cuidado con ella para que no se convierta en crónica.
- Neumonía. Infección de los pulmones que puede ser causada por bacterias, virus u hongos. Se manifiesta con fiebre alta, dificultad para respirar, dolor en el pecho y tos con flema.
¿Por qué enfermamos más en invierno?
Son muchas las razones por la que en esta época del año somos más propensos a estar enfermos:
- Bajas temperaturas. El frío hace que pasemos más tiempo en interiores, en espacios cerrados y poco ventilados, lo que facilita la transmisión de virus.
- Bajas defensas. Las bajas temperaturas debilitan nuestro sistema inmunológico, haciéndonos más vulnerables a las infecciones.
- Cambios bruscos de temperatura. Los cambios bruscos entre el exterior y el interior pueden irritar las vías respiratorias y favorecer la aparición de infecciones.
Cómo prevenir las enfermedades invernales
La buena noticia es que podemos minimizar notablemente las posibilidades de sufrir alguna de estas patologías con unos sencillos consejos:
- Lávate las manos frecuentemente. Es la medida más efectiva para evitar el contagio de virus y bacterias.
- Cúbrete la boca y la nariz al toser o estornudar. Utiliza un pañuelo desechable o la flexura del codo.
- Ventila tu hogar. Renueva el aire de tu casa a diario para evitar la acumulación de virus.
- Vacúnate. La vacuna contra la gripe es especialmente importante para personas mayores, niños pequeños, embarazadas y personas con enfermedades crónicas.
- Mantén una dieta saludable. Una alimentación rica en frutas, verduras y vitamina C refuerza el sistema inmunológico.
- Descansa lo suficiente. El sueño es fundamental para que nuestro cuerpo pueda combatir las infecciones.
- Hidrátate. Bebe abundante agua para mantener las mucosas húmedas y proteger las vías respiratorias.
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